PESADILLA AMBIENTAL EN COLOMBIA – Abril 30 de 2015
En W.W.W.
SEMANA.COM/NACIÓN, del 29 de Marzo de
2014, encontramos un titular desastroso, “PESADILLA AMBIENTAL-Colombia es el
segundo País del Mundo, con más
conflictos ambientales, después de LA
INDIA y seguido por Brasil y Nigeria,
según estudio de El Atlas Global de Justicia
Ambiental, financiado por
la Unión Europea.
Ese “decoroso segundo lugar” para uno de los países
más biodiversos del planeta, es un
fuerte campanazo.
Colombia tiene problemas ambientales en casi todas las
regiones.
El Atlas
reseña, entre otros, las fumigaciones con glifosato, los madereros en el Chocó,
los hoteles en el Tayrona y la hidroeléctrica el Quimbo ; y lo que llama la atención es que casi la mitad
de todos los casos señalados en el estudio están relacionados con la extracción
de dos minerales: el oro y el carbón.
El crecimiento económico del país se
ha dado a costa de la destrucción de una parte de las inmensas riquezas que
tenemos”, señala Claudia Martínez, directora de la Alianza Clima y Desarrollo.
El Atlas da cuenta de la validez de
esa afirmación.
Según el estudio en Colombia el
sector minero energético incrementó su participación en el PIB de 2 por ciento
al 11 por ciento entre 1975 y 2012 y la inversión extranjera en el sector
extractivo, pasó del 14 por ciento en 1994 al 55 por ciento en 2012.
Lo más preocupante de
nuestra economía, es que con las importaciones de alimentos y con el
contrabando (carne, fríjol, azúcar, maíz, atún, huevos, etc. ), se suple la
alimentación de los colombianos a precios bastante económicos, que mantienen
baja la inflación, sin contar con el contrabando efectivo, que no se detecta.
La inflación debería
matenerse baja con la producción de 28 millones de hectáreas disponibles, de
las cuales solamente se sembraron 5 millones.
El lavado de dinero
también ayuda mucho a dar un informe falso de la economía.
El doctor Alfredo Molano Bravo, incrementa la alarma ambiental
en el Espectador Jueves 30 de Abril, dice “La realidad es que la deforestación
tiene en riesgo de extinción unas 500 especies de flora nativas: el afelpado
frailejón, la palma de cera, la palma boba, el poderoso cedro macho. La
extinción de estas especies habla del peligro en que están los pocos páramos y
las entresacadas selvas que nos quedan.
Y por tanto habla del agua. Seguimos siendo ricos
riquísimos en aguas, pero sin bosques, los caudales de los ríos bajan, el agua
pasa derecho, inunda las zonas bajas y se va. Parecería que la merma progresiva
de agua fuera planeada y, sin duda, sobre ese desenlace hay cálculos
económicos. La población crece, se concentra en ciudades y el agua potable es
cada vez más escasa.
Trece millones de colombianos no tienen agua apta para el
consumo humano y 213 municipios carecen de acueducto, ha denunciado la Defensoría
del Pueblo. La demanda aumenta y las fuentes disminuyen. Saldo: el agua será
cada día más cara.
Haciéndoseles la boca agua están la banca mundial BID y FMI, los
acuerdos de comercio TLC, GATT y OMC, las grandes multinacionales Vivendi
Universal, Suez Sondeo y el Gobierno Nacional, su atento y seguro servidor.”